Por eso, esta basura vuelve a ser lo peor de 2011.
Bill Condon, responsable de películas como "Dreamgirls" o "Kinsey", parece haber perdido todo su talento con tal de "llevarse una porción" de la jugosa tarta de Crepúsculo. La cuarta entrega de esta saga nos presenta la boda de Bella y Edward, seguida de su aburrida luna de miel, el soporífero embarazo de Bella y un atropellado parto. Siendo justos, toda la culpa no es del director: Robert Pattinson y Kristen Stewart apenas se limitan a recitar sus diálogos.
Ya lo dijimos: Bill Condones ha metido la mata con esta basura, la película aburre hasta a las piedras y Rob no se ha molestado en interpretar porque está asqueado ya. La Manolo no hace nada, es la muñeca la que debería llevarse el sueldo porque esa vaga no vale ni para perchero.
Otra bofetada en la cara para todas esas que piden un Oscar (el criterio de ellas es típico de analfabetas) o las que dicen que es las mejor película. Razzies, os esperamos con ganas.
Fuente (Gracias de nuevo a Luisa)
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