Miradla al bajar las escaleras. Ella mira a los fotógrafos y niega con la cabeza para darle más drama al momento. Como siempre, pésina actriz que no sabe fingir indignación.. Luego, se limita a poner su perenne cara de culo para seguir con el drama.
¿A qué ha ido a París? A exhibirse. ¿A qué viene esta tontería de hacerse la molesta? A que, para ella, es un papel digno. Firmar por Balenciaga después de repetir mil veces que no le gusta la publicidad y que ella no se vende, es contradictorio. Decir que no te gustan los eventos e ir a París a un desfile, es contradictorio. No querer que la prensa te encuentre, llamarla y volver a alojarte en el mismo hotel de la vez pasada, es contradictorio.
Tan embustera y lianta como siempre. Y sola como paria que es. Siempre rodeada de gente a la paga: agente, publicista, guardaespaldas y Roberto. Y este último, está con ella 2 veces al año y en promociones. Da pena.
Debería ir a clases de interpretación porque la actuación, se le da de pena. Y de paso, parar de contar esa historia de que no le gusta la fama. Aburre.
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