Que ella sobraba todos los sabemos y que Walter Salles no la quería allí, también. Ella llegó con el pelo estirado hacia atrás, con la misma cara de asco de siempre y un vestido florero que le sentaba como una patada en el hígado. Iba muy fea. Mirando por encima del hombro y creyendo que los demás no sabemos que su publicista tuvo que mover hilos para que ella estuviera allí.
Estuvieron Garrett y Kirsten. Tom, que es mucho más protagonista que la rompehogares, no acudió. Por eso esa chorrada de "Los amigos quieren que ellos vuelvan juntos", es otra mentira más inventada por el equipo de la adúltera para que se siga hablando de ella. Tom la quiere lejos, también.
Como dije antes, Walter no la quería allí. Entre su comportamiento bochornoso en Cannes y la que ha liado follándose a un hombre casado y diciendo que a Rupert le gusta lamerle las axilas, ya tenía suficiente. El lenguaje corporal de Walter, habla por sí solo. Como esta adora a los directores, quiso mantener las distancias no vaya a ser que lo relacionen con él también.
¿Y qué decimos de Garrett? No puede estar más tenso. Su cara lo dice todo. La adúltera sabe que sobra pero ella prefiere imponer su presencia y que se hable mal de ella, que quedarse en casa y dejar de hacer el gilipollas.
Como era de esperar, sus pies de pato ni aguantan los zapatos. Y como es la misma niñata sin educación de siempre, se quitó los zapatos como si estuviera en una comuna. No tiene clase alguna y ya lo he dicho, no quiere aprender de sus errores porque es una niñata.
Dentro del cine la misma mierda de siempre. La hicieron a un lado y la subnormal estaba molesta porque no era el centro de atención. Se plató los zapatos horribles que llevaba por la mañana y empezó con las posturitas machorras de siempre. Es que no se le puede abrir la jaula.
La jugada le ha salido mal. Vetar a la prensa cree que servirá de algo. Lo peor es que la entrevista para Vogue le juega en su contra. Incluso la periodista se pregunta si hablaba de Rupert. Nosotros no tenemos duda alguna.
Es escoria y encima escoria voladora. ¿A quién se le ocurre peinarle las cejas para arriba y dejarle al aire esas orejas enormes?
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