Rupert no paraba de hablar de las "dotes" sexuales de la adúltera en las entrevistas y ahora sabemos por qué. La cara de la adúltera no puede ocultar que se estaba tirando a su jefe y qué mejor mirar para otro lado en lugar de responder con la verdad. Nunca ha sido sincera y nunca lo será.
Ahora cobran sentido taaaantas cosas...
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